A Duna le detectamos unos bultos en la barriga pequeñitos que, inicialmente, no le dimos importancia pues era muy pequeños -quizá, del tamaño de un guisante- y solamente tenía 2-3.
Fueron pasando semanas y meses y esos bultos fueron creciendo y sumándose. Lo valoró el veterinario, incluso le hizo biopsia, y salieron que eran benignos y comentó que no valía la pena operarla ahora. Que mejor esperar a que crecieran más, si es que lo hacían.
Pasaron más meses y, este diciembre -antes de fiestas-, uno de ellos ya era más grande que una pelota de tenis y el resto también habían incrementado el tamaño, visualmente -sin palparla- ya se le notaban varios. Así pues, aprovechamos que coincidió que tenía otra vez problemas gastrointestinales y comentamos el tema.
Cuando lo vio, ya dijo que se debía operar, no convenía esperar más para poder hacer una buena cirugía. No esperamos, a la semana siguiente Duna ya tenía cita para operar. En esos días se le resolvieron los problemas gastrointestinales con el tratamiento indicado (pues nos comentó que con el problema que tiene ella, a veces hay recaídas puntuales).
Aquí un par de fotos de la noche antes de la operación:
La operación fue fenomenal -fue el día 11 de diciembre-, le pudieron quitar los bultos y cerrar bien con la piel. Le dejaron por eso dos drenajes para que pudiera salir bien los restos de sangre y que cicatrizara todo bien. La perrita la dejé por la mañana y a la tarde ya salió andando, pobrecita que carita llevaba.
Aquí ya en casa, el día de la operación, por la tarde:
Com veis, con su platito de agua al lado, pues apenas podía moverse. Era muy reciente.
Pasaron los días y se fue recuperando, al principio le costaba andar -suponemos que le debía doler-, pero como es tan dura y fuerte ella se esforzaba en salir para hacer su pipi y su caca.
Se fue tomando la medicación pertinente (pastillas) y se dejó hacer las curas pertinentes (le tuvimos que poner hasta una camiseta con gasas y papel absorbente para que no manchara su camita, el suelo del piso....). Aixxx que días.
Pero ya está prácticamente recuperada, ya le ha crecido casi todo el pelito de la barriga y las cicatrices casi ya no se le notan (le queda aún alguna costra).
Ya come fenomenal, no se queja, corre, salta, juega... está animada....en fin, los veterinarios han hecho un gran trabajo, ¡se han portado genial!
Ya veis, aquí un mes después de la operación, hasta hace el tonto y todo.
¡Hay nuestra payasita cuanto la queremos!
¡Te lo mereces todo Duna!
¡Tenemos mucha suerte de tenerte a nuestro lado!
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