En setiembre se puede pasear por lugares próximos a la ciudad, en mi caso, Sabadell, cómodamente con los perros. Un lugar tranquilo, en plena naturaleza, con árboles, río, frescor... en fin, un bonito lugar para ir a pasar una tarde.
¡Qué gozada debe ser para ellos chapotear por el agua fresquita y limpia! ¡Mirad como andan y corren por el riachuelo!
Además exploramos el final del camino y llegamos a un sitio nuevo, una fuente junto a una especie de charca. Lugar que a Duna le encantó, pues bebió i bebió en el chorro de la fuente como si no hubiera bebido desde hacía días, además estuvo a punto de ir a parar dentro de la charca con el fin de coger un palo, aiii ¡que tía!
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